martes, 23 de abril de 2019

Especial día del libro

¡Hola queridos lectores!, hoy estoy muy feliz por dos motivos: Porque hoy ,23 de abril, es el día del libro y esto conlleva a mi segundo motivo para estar feliz. El otro es porque hace poco acabé de escribir mi segundo relato sobre Mara.
Esta vez el cuento se titula, "Mara y Sofía en la aventura de sus vidas". Para quién no conozca a Mara, es una valiosa perra, que el año pasado relató "Una perra llamada Mara", también está colgado en el blog, si no lo habéis leído, pinchad aquí y lo podréis leer. 

Os lo he traído su continuación, por entrada especial del día del libro, ¡espero que os guste tanto como a mí!


MARA Y SOFÍA EN LA AVENTURA DE SUS VIDAS













PARA LAS VERDADERAS MARA Y SOFÍA














CAPÍTULO 1:
Un extraño descubrimiento

Mara y su familia estaban bajando del coche para asistir a la Feria Medieval de Astorga, que se encontraba a apenas unos metros de ellos.
Algunos ya conoceréis a Mara, una perra fantástica, ya que el año pasado relató “Una perra llamada Mara”.
Como iba diciendo, avanzaron hasta la Feria Medieval, donde había puestos de todo tipo, desde espadas de madera hasta armaduras de metal. También había gente disfrazada por todas partes, algunos de caballeros, otros de reyes y reinas, había hasta personas disfrazadas de plebeyos y de caballos.
Todo era muy divertido y alegre, y Mara y su familia daban una vuelta viendo los distintos puestos. Hasta que Sofía salió disparada hacía un pequeño tenderete de llaves antiguas, todas parecían iguales, pero, sin embargo, a Sofía le entusiasmó una.
-¡Me encanta esa llave!- exclamó- Quedaría genial en el collar de Mara, ¡si hasta queda bien con su pelo!
Celia y Ángel no tuvieron más remedio que comprarla, y, acto seguido se la entregaron a Sofía para que fuese ella la que se la colocara. Pero después, mientras Sofía cumplía su deseo, los demás se alejaban. Por eso, estaba sola cuando Mara ladró y mágicamente Sofía gritó: -Pero… ¡No puede ser Mara, te entiendo! Has dicho que la llave te encanta.
-¿Cómo puede ser?, nunca nadie me había entendido cuando ladraba- ladró Mara con mucho desparpajo.
-¡La llave! Hemos comprado una llave mágica. A partir de ahora, ¡te podré entender siempre y hablaremos animadamente! Vamos a probar a que ladres delante de David, así probamos si la llave funciona con todo el mundo o solo conmigo porque soy yo quién te la ha puesto.
Después de su pequeña charla, fueron corriendo hacía donde estaban Celia y Ángel, que llevaban rato buscándolas. Cuando el pequeño David se acercó a Mara y esta ladró ni se inmutó.
-¿Notas algo extraño en Mara? ¿La entiendes o algo parecido?- preguntó con una mal fingida indiferencia Sofía.
David respondió con un no rotundo, así que no cabía duda de que la hipótesis de Sofía era cierta.







CAPÍTULO 2:
El castillo

Ángel y Celia nos comunicaron que íbamos a realizar una excursión por el castillo de Astorga, además mientras nadie las observaba Mara y Sofía intercambiaban algunas que otras palabras.
Justamente estaban hablando sobre la llave mágica y sobre si tendría más poderes cuando los padres les dijeron a sus hijos que podían ir a explorar el castillo ellos solos. En cuanto la perra y su dueña se enteraron, echaron a correr por un pasillo para que David no las siguiera y pudiera descubrir que Sofía “hablaba sola”.
Vieron bastantes salas, ya que el castillo era inmensamente grande y con unas torres altísimas. Caminaban por un pasillo bien ancho, cuando vieron una valla en el lado derecho. Dentro no había nada, solo una pequeña estancia con una pared al fondo, pero a Mara le pareció ver un pequeño ojo de cerradura en la pared.
-Ahí hay un ojo de cerradura, y… ¡al lado el dibujo de una llave!- comentó Mara.
-Es normal que haya un dibujo al lado, eso debió pertenecer a un pasadizo secreto en la Edad Media- respondió Sofía.
-Pero aquel dibujo se refiere a nuestra llave, ¿es que no ves que es igual? ¿Por qué no investigar?
-Es cierto, ¡investiguemos!, saltaré la valla y después te abriré la puerta para que pases- dijo con gran júbilo Sofía.
Siguieron el sencillo plan y cuando se acercaron a la pared, las dos supieron lo que hacer. Sofía le quitó la llave a Mara, la introdujo en el ojo de cerradura, la giró y se abrió una puerta por la que pasaron sin ningún miedo. Entonces…






CAPÍTULO 3:
Un extraordinario viaje

Todo se volvió negro y sintieron como si viajaran de algún modo a un sitio totalmente desconocido.
Aparecieron en una habitación de la realeza, con una cama gigantesca y un gran dosel, también había un armario marrón y a su lado un tocador.
-¿Dónde estamos?- preguntó con un miedo mal disimulado Sofía.
-Me parece que hemos viajado… ¡¡¡¡Al pasado!!!!- contestó Mara.
En ese mismo instante apareció por la puerta una bella niña más o menos de la misma edad que Sofía y detrás de ella una perra bretona como Mara. Ni vieron ni escucharon a las viajeras del tiempo. A lo mejor era porque no podían sentirlas, de algún modo eran invisibles para la gente del pasado.
-Mira Mara, son como nosotras. Solo que no se entienden entre sí.
-En realidad, ¡si que lo hacen!, mira el collar de la perra.
Mara llevaba toda la razón, si se podían entender porque la perra del pasado llevaba en el collar la misma llave solo que más nueva.
Entonces, mientras que la niña extraña se retocaba en el tocador, Sofía le señala a Mara la espalda de la muchacha sentada en el tocador. Lleva un vestido escotado y se le ve una mancha de nacimiento con forma de media luna igualita a la que tiene Sofía.
-¿Cómo puede ser que tengamos la misma mancha de nacimiento?- inquirió Sofía.
-Tal vez seamos parientes lejanos de ella- aventuró Mara- ¿Por qué no?, imagínate que la llave ahora la tenemos nosotras porque ellas, nuestras antepasadas nos la legaron.
Sofía se sorprendió tanto que se puso a gritar que venía de la realeza, puesto que la muchacha tenía una habitación propia. 
Pero ahora tenían que pensar en como iban a salir del pasado, pues allí no parecía que hubiera una pared por la que pasar y viajar en el tiempo.
-Pensemos, si vinimos aquí por un ojo de cerradura en la pared, a lo mejor tenemos que buscar un ojo de cerradura en una pared- reflexionó Sofía.
Inmediatamente se pusieron a buscar con cuidado e las paredes, a observarlas y a toquetearlas. Y, cinco minutos después Mara encontró el ojo de la cerradura debajo de la cama.
Por raro que parezca se metieron las dos debajo de la cama, Sofía le quitó la llave a Mara del collar y la giró una vez y adentro del ojo de la cerradura. Pero durante unos pequeños instantes no pasó nada y las dos se asustaron un poco, hasta que una voz comenzó a hablarles.
Habéis descubierto quién eran vuestros antepasados, habéis conseguido la llave que os dejaron, habéis conseguido viajar al pasado, pero no habéis conseguido regresar presente amado.
Para regresar debéis adivinar el acertijo que se os planteará:
Todos pasan por mí, yo nunca paso por nadie. Todos preguntan por mí, yo nunca pregunto por nadie.
¿Sabéis lo que es? Porque sino de aquí no os marcharéis.

Mara y Sofía no tenían ni idea así que no contestaron, pensaron y pensaron y finalmente dieron con una hipótesis.
-A ver, todos pasan por ahí, pero él o ella nunca pasa por nadie, así que eso significará que está fijo en un sitio - pensó Sofía- Todos preguntan por él o ella, será algo por lo que siempre preguntemos y que pasemos. Mmm.
-Tal vez, ¡¡¡¡la calle!!!!
La adivinanza habéis acertado, así que aquí se termina vuestro viaje al pasado.
Entonces Sofía y Mara aparecieron enfrente de la verja que daba a la puerta del tiempo. Estaban patidifusas y perplejas por todo lo que les había pasado, pero aún así no habían olvidado que tenían que volver con Ángel y Celia, ¡pues habían estado demasiado tiempo fuera!
Cuando llegaron con ellos, sorprendentemente no regañaron a Sofía por llegar después, ¡al contrario!, la felicitaron por estar a la hora. Y es que… ahora lo entendía, el tiempo que habían pasado en el pasado equivalía a cinco minutos en el presente.



Estaban ya en casa, y desde el viaje en el tiempo Sofía y Mara solo habían intercambiado muchas miradas cómplices. Las dos sabían bien que la aventura continuaría…
       

Además he recibido un premio municipal por él. ¡Hasta al próxima!

2 comentarios:

  1. ¡Hola Lucía! Feliz día del libro y felicidades por tu nuevo relato. Un abrazo.

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  2. Lucía, felicidades por el premio! He leído el cuento y me ha encantado. Cuanta imaginación que tienes! Estaré pendiente de la continuación del relato de Mara y Sofía. Hadta pronto.

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