domingo, 24 de febrero de 2019

El sueño de Mara

-Menuda siesta te has echado Mara, ya pensábamos que no ibas a despertar- Dijo la abuela María a su nieta Mara, y lo decía porque una vez su hermana Flora se echó la siesta y no volvió a despertar.
Abuela, abuela- le dijo Mara a su abuela,
He soñado que conocía tierras más lejanas
antes de que me salieran canas.
He soñado con viajar,
He soñado con volar
como un pájaro que posee la libertad.

He soñado entrar en la cima del volcán,
He soñado ser del barco el capitán,
He soñado con conocer lugares nuevos
sin rodeos.

He soñado con entrar en las entrañas de la Tierra
He soñado con vencer la guerra,
¡He soñado con bucear
hasta que de aire no me quede más!

He soñado con explorar 
mundos sin igual
He soñado con poder iluminar
todo el cristal.

He soñado con vivir en la naturaleza
y con comerme en los árboles una cereza.
He soñado con ver mares 
y con jugar con los calamares.

-¿Y sabes por que abuela?, le preguntó Mara, y antes de que le diera tiempo a contestar, Mara se respondió a sí misma:

¡PORQUE MI SUEÑO ES VIAJAR!

domingo, 10 de febrero de 2019

Mara y la cueva de los bretones

Un día tranquilo, en mi opinión, hasta que salí al campo con Sofía y Celia. No es que fuera el mejor día de mi vida. Lo siento, no me he presentado, soy Mara y algunos creo que me conoceréis, si es así, mejor.
De lo que estaba hablando era de el otro día, cuando iba corriendo libremente por el campo hasta que perdí de vista a mis dueñas Sofía y su madre Celia. La verdad me asusté mucho, pero que mucho y empecé a ladrar, aunque en vano. Comencé a caminar y no paré hasta que anocheció, cuando de repente vi una oscura cueva donde decidí pasar la noche.
Me disponía a entrar, pero oí un ladrido, un ladrido igual al mío. Aunque eso no me detuvo, avancé en la cueva, triste por no estar en casa y entonces... ¡¡¡¡Vi un montón de pequeños perros bretones como yo rodeándome!!!! 
Todos se acercaban y me olían, en ese momento me pregunté que hacían allí todos ellos juntos sin nadie.
-Nacimos aquí-, me dijo el que parecía el más mayor, yo por mi parte les conté mi aventura. Después, todos dormíamos acurrucados unos contra otros. Por la mañana ya no me encontraba allí, sino en mi camita de casa. Ángel llegó y me comentó, -Menuda siesta te has echado, Mara, ya pensábamos que no ibas a despertar. 🐕🐕🐕