lunes, 23 de septiembre de 2019

Un conocimiento más

Queridísimos lectores, hoy traigo la esperada entrada decidida por todos vosotros en "El post del lector". Os estaréis preguntando quién ha ganado, bien pues ahí va la noticia: ¡¡¡¡UN RELATO CORTO!!!! Lo podéis comprobar en esta imagen:
Gráfico de respuestas de formularios. Título de la pregunta: ¿Qué quieres esta semana?. Número de respuestas: 12 respuestas.
Bueno, sin más dilación os pongo el relato corto titulado "Un conocimiento más"

Hace poco decidí hacer un viaje a Nepal, un país asiático. Había leído que la mayoría de niños y niñas que vivían allí no tenían la educación que cada ser humano se merece. 
Justo después de acabar la carrera de magisterio, tuve claro lo que quería hacer, un voluntariado de maestra en Nepal.
Mi billete de avión era para ida y vuelta en tres días, solo estaría allí ese tiempo, pues el programa consistía en que cada tres días una profesora voluntaria nueva daba clase a cinco niños que no habían asistido a la escuela.
Intentaría ayudarles todo lo posible pero dudaba de sus capacidades por que ellos nunca habían asistido a la escuela.

Era martes, y yo estaba demasiado nerviosa como para pensar en algo, subí al avión y en pocas horas llegué a mi destino. Cinco niños delgaduchos que jamás habían asistido a la escuela me daban la bienvenida en la puerta de la casa donde me alojaría y daría clase.
Aquella mañana fue intensa y un poco sorprendente, empecé por lo básico, enseñado a mis alumnos a leer y escribir. Me resultó un poco raro (porque los niños tenían entre 10 y 12 años) aunque muy fácil, los chicos tenían una capacidad increíble, si se pudiera potenciar su talento sería perfecto, pensaba.

Al acabar la clase del miércoles me sentía feliz, satisfecha, y enormemente motivada. Había dedicado tan solo dos mañanas a aquellos niños y ya sentía que estaba ayudándoles.
Por la tarde decidí dar una vuelta por la ciudad y de paso fui a visitar Pashupatinath, un templo sagrado de Nepal. Pronto anocheció y todo estaba precioso, pero decidí volver, mañana daría mi última clase y me marcharía.

Cuando estaba subida en el avión de vuelta a casa me quedé pensando, ¿como un país tan bonito puede ser tan inestable y pobre?, ni siquiera mis pensamientos respondieron la pregunta. 
Pero una cosa sabía segura, aunque no lo consiguiera, volvería y cambiaría las cosas.