La protagonista del libro es María, una adolescente a la que su padre obliga por motivos de trabajo a ir a vivir a Bolivia. Allí aprenderá que no todas las culturas son iguales y que no todos convivimos igual.
A María no le gusta nada pero nada estar allí, e incluso a veces siente cierto asco por esa gente.
Su padre, contrata a una cholita, o sea una criada para que cuide de la casa y haga las tareas diarias del hogar.
Nuestra protagonista no quiere dirigirle la palabra, aunque le sorprende que Casilda, así llamada es la cholita, solo tenga dos o tres años más que ella. Pero cuando descubre, que no sabe ni leer ni escribir siente compasión por ella y se atreve a hablar y enseñarle.
Poco a poco va tomándole cariño a todo lo que le rodea y al final... ¡Podéis descubrirlo leyendo este maravilloso libro!
A mí me ha transmitido una valiosa enseñanza: No todos somos iguales, cada uno convivimos, vivimos y hacemos las cosas de una manera, pero no por eso debemos enemistarnos o no respetarnos entre nosotros. Al contrario, debemos conocer todo lo que nos rodea y descubrir las cosas buenas de los demás.
Hola Lucía, qué interesante la historia que nos traes hoy. Transmite unos valores tan importantes. En nuestras cómodas vidas sólo nos quejamos de lo que no tenemos o no podemos hacer, esta bonita historia nos ayuda a valorar más y a abrirnos a otras personas y otros mundos. Muy, muy interesante.
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