El recuerdo de un ciego es el aroma de una melena mecida en el aire.
El recuerdo de un sordo es el "buenos días" de una sonrisa sincera.
Y el recuerdo de un mudo, es la textura de un lápiz cansado de vaciar las penas del poeta.
Las olas del mar me susurran, que el recuerdo más valioso, más eterno, es el de las emociones, el de las sensaciones. Al fin y al cabo, para qué quiero yo mi alma llena de recuerdos, si van a estar vacíos de sentimientos, si voy a recordar a alguien, pero no voy a poder sentir todo lo que significa para mí.
Dime qué somos si no recordamos quienes somos, si no sabemos de donde venimos, ni hacia donde vamos.
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