martes, 15 de diciembre de 2020

Guardianes de la Ciudadela

¡Hola de nuevo lectores! Hoy vengo a recomendaros un libro, una pequeña pista, tiene dos continuaciones. Estos libros he acabado de leerlos recientemente y me han gustado bastante. Aventura tras aventura, han ido conquistándome.

En un mundo en el cual lo más peligroso son los monstruos, los humanos que viven en el sur que están asociados en enclaves, intentan sobrevivir como pueden. Pero siempre es difícil, ya que la mayoría de veces alguien muere o el enclave es destruido por la falta de población.

Axlin, una joven valiente y optimista que ha sido elegida para ser la siguiente escriba (persona del enclave que sabe leer y escribir) decide emprender un viaje por todos los lugares posibles para recoger toda la información y medios de protección contra los monstruos en un libro. Su objetivo es también llegar a la Ciudadela, el sitio libre de criaturas peligrosas, o eso se supone.

Os recomiendo cien por cien este ejemplar, espero que os haya gustado la recomendación de esta semana y... ¡Hasta la próxima!







miércoles, 9 de diciembre de 2020

Secretos

Movía el lápiz armónicamente, con una belleza brutal. 

Lo movía en ese papel quebrado que sería una carta escondida.

Unas palabras entrañables viajando por la calle helada.

El aliento se congela. Pero eso no impide que el sobre caiga en el buzón.

Un buzón que esperaba eso, comer frases y frases.

Aun así, la carta no era alegre, no lo era.

Porque el mundo está lleno. ¿Qué digo?¡Repleto! de secretos. 

De dolorosas y tristes mentiras. 

De ira y rabia guardadas bajo llave. 

Secretos que a veces no caben uno mismo. 

Secretos vacíos. Incontables tesoros con bombas en su interior. 

Secretos que se cuentan de oreja a oreja. 

Secretos que hieren.

Secretos que te alejan.

Secretos como balas, que te matan al momento y no te da tiempo a ver el disparo.

Secretos ocultos en las profundidades de las entrañas.

Secretos buenos o malos.

Secretos que saltan al acantilado para no seguir viendo.

Secretos descubiertos por gaviotas que recorren las playas.

Secretos que buscan sin descanso un dueño al que atormentar el resto de su vida.

Secretos que han sido gritados en la arena y después han crecido como cañas.

Cosas que solamente no se pueden saber, pero eso no hace que haya gente que no las sepa. Qué no las sufra, que no las entierre en una tumba que se volverá a abrir tarde o temprano.

Hay secretos encontrados por la luna a altas horas de la madrugada.

Secretos que vagaban por barrios en los que no se veían las estrellas.

Secretos a campo abierto correteando por ahí como si no hubiera un mañana.

Abandonados, los secretos están olvidados entre los escombros de mi hoguera.

Ellos son los hijos del destino

y los que acaban siendo adoptados por el infinito.


martes, 1 de diciembre de 2020

Los granos

Caminando en el sendero, esperando un "hola" eterno, esperando ese saludo a través de la ventanilla del coche los días de lluvia. Mientras ando, los veo, me alzan la cabeza, me hacen una señal con la mano. 

Y poco a poco, día tras día, me doy cuenta de que crecen, de que se hacen mayores y yo ni lo percibía. Porque ya nada es lo mismo, ahora nadamos en mares distintos. Ya casi ni me ven, pronto acabaré siendo invisible. 

Deseo ese abrazo eterno con todos ellos para guardarlos en un baúl intactos. Pero aún así pasan y pasan los años. Y se van, y se irán. Me quedaré escondida entre las sombras, llorando en silencio la ausencia de aquello que me falta, de ese trozo mío hecho trizas entre la arena de la playa.

Esa playa enmarcada en el recuerdo, arrugada, en una plaza estrecha. Veo un reloj de arena que no para. Qué no cesa su imparable caminata boca abajo, casado con la eternidad.
Entonces, me encuentro dentro de que contador de tiempo. Me doy cuenta. Me estoy ahogando. A cada segundo cae un granito. 
Primero estos me llegan por los tobillos, después por la cintura. Pero finalmente los tengo en la barbilla. 
Inmuta, pienso como ha sido posible haber llegado hasta tal punto. En ese instante, un último grano cubre todo mi cuerpo.