Pensando cosas sin sentido,
siendo el ave que ha volado y se ha caído,
deseando consolarme entre murmuros,
intentando sobrevivir a este mundo.
Crear palabras mejores que el silencio,
mejores que el sonido del lápiz rozando el papel.
Y querer que no se acabe nunca
pero a la vez pensar que todo es una farsa
que no termina ni al final.
Mas saber que el esfuerzo no tiene límite,
que todo lo que pude tener tú lo tuviste,
que no sé si se me entregará la recompensa,
que en realidad el premio son estas líneas.
Qué hay personas que se pasan la vida esperándolo
y no se dan cuenta de que ya lo han recibido y lo malgastan.
Por eso con un beso y una rima a mí me basta.
Me aplasta,
mi frustración,
mi miedo interior,
mi compasión,
al ver que la hoja está vacía,
hay que escribirla y sentirla.
Porque si no la sientes
entonces no es lo que quieres.
Yo quiero, lo impongo,
obedezco la voluntad de mis letras,
la cascada que éstas quieren que escriba y luego queme.
Mis amadas,
las tengo encaprichadas
para mejorar, para crecer, para extenderse,
para que puedan a algo atenerse.
Durmiendo y escribiendo, escribo hasta en sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario