Queridos lectores, hoy os traigo la entrada ganadora de "El Post del Lector", un cuento. He tenido que ponerlo en letra más pequeña (no por eso es más corto) por problemas técnicos, espero que no os moleste. Aquí os lo dejo para que lo podáis leer.
LA BOLA MÁGICA
ILUSTRACIÓN DE MARINA MARÍN
Era un día tranquilo en casa, por eso Roberto estaba aburrido. Roberto es de esas personas que siempre tienen que estar haciendo algo o pasándolo genial por ahí. Aquella ocasión buscaba algo que hacer, así que bajó al sótano de la casa para ver si había algo con lo que entretenerse al menos durante un rato. Cuando bajó el último escalón de los 30 escalones de caracol que había, sintió un escalofrío, el viejo sótano no tenía ninguna bombilla y tampoco ninguna ventana, así que Roberto tuvo que utilizar la linterna que él usaba en sus excursiones. Exploró durante un rato la parte de la casa que hacía tanto tiempo que no visitaba, y entonces encontró algo muy pero que muy interesante. La observó durante un buen rato, aquella bola terráquea era un posesión especial y mágica, aunque obviamente, Roberto no lo sabía. Pero lo acabó descubriendo cuando fue a cogerla, en el mismo instante en el que su dedo pulgar rozó el Océano Atlántico de ese extraño globo terráqueo Roberto se transportó como un simple abracadabra hasta el mismísimo y extenso océano. No le costó mucho adivinar el modo de salir de allí, porque supuso pronto que el lugar que tocara en la bola sería al que viajaría. Pero si le costó un buen rato asimilar lo que le acababa de pasar y decidir que debía buscar la bola, pues el agua se la había tragado en cuanto Roberto había llegado. Se dio un buen impulso a sí mismo y nadó y nadó hacia la oscuridad del mar tanto como pudo, en vano. Volvió a intentarlo y esta vez divisó la bola enganchada a un hermoso arrecife de coral, pero como tan solo tenía que tocarla para auto trasportarse hasta algún otro sitio junto a ella no tenía ni que soltarla del arrecife.Un segundo antes de transportarse pensó que por qué no visitar algún otro sitio antes de regresar a casa. Eligió El Cairo en Egipto, porque era un sitio que Roberto siempre había querido visitar, además, esa sería una buena forma de que se le secara la ropa ya que allí hace mucho calor. Se dio una pequeña vuelta por la ciudad hasta que notó que estaba bastante cansado de su aventura en el océano y la visita a Egipto, así que decidió volver a casa.Fue un día bastante emocionante y lleno de sorpresas, y la última sorpresa del día fue que cuando tocó su pueblo en la bola mágica, apareció dentro de su cama y sin la bola, que gran misterio el de aquel día.